Para preparar un buen café, una correcta molienda es fundamental para conseguir una extracción adecuada. El punto de molienda varía en función de la cafetera escogida.
Si el café está molido demasiado grueso, el agua atravesará rápidamente el lecho de café, resultando una bebida sub-extraída y sin cuerpo, con poco dulzor y agria.
Si por el contrario la molienda es demasiado fina, puede producirse una sobre-extracción, resultando una bebida amarga y astringente.
La calidad del agua es otro de lo aspectos importantes a tener en consideración: Se aconseja el uso de agua embotellada y libre de excesivo cloro. También hay que renovarla del depósito en el caso de las cafeteras exprés, cuando lleve más de 3 días en el mismo.
INGREDIENTES:
10 g de café molido
130 ml de agua filtrada
Tiempo infusión: 2-3 min.
Ratio: 1:13
Molienda: Media
PREPARACIÓN:
Coloca el filtro, previamente remojado y enganchalo al tubo de cristal. Agrega 130 ml por taza de café el recipiente inferior y coloca el recipiente superior sobre éste (que no quede herméticamente cerrado). Pon a calentar el agua hasta que empiece a hervir y recoloca el recipiente superior hermeticamente y bien alineado con el inferior. Cuando el agua haya subido hasta el recipiente superior, baja el fuego y vierte 10 g de café por cada taza y remueve suavemente. Deja infusionar durante un minuto y apaga el fuego. Espera hasta que haya filtrado todo el agua y sirva.
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